UN MUNDO SIN OBJETOS
Fernando Quezada
“La producción en masa de objetos provoca un fenómeno importante, elimina al objeto de cualquier consideración contextual, de su posición en el espacio, aísla al objeto de su medio espacial y elimina sus relaciones con el espacio y con otros objetos, incluso con el usuario..”
En la época de los 60’ en Italia se vivían distintas revueltas políticas y estudiantiles, cuestión que influenció de sobremanera a los estudiantes y profesores de la escuelas de arquitectura de las universidades de Milán, Turín y Roma. Fue un ambiente de tomas estudiantiles lo que provocó diversos cambios en cuanto a la enseñanza y también cuestionamientos en cuanto a la crisis del objeto.
• Argan define que son 3 las respuestas extremas de la vanguardia italiana en cuanto al objeto (y su crisis):
1- Asimilación del objeto en el sistema espacial dinámico (futurismo).
2- Negación de sistema (a priori) y aislación del objeto, no hay comunicación con el ambiente.
3- OBJETO DEFINE SU CONTEXTO, (sin considerar un espacio anterior).
De este 3er punto es que devienen las respuestas de ARCHIZOOM Y SUPERSTUDIO. Ambos son agrupaciones de arquitectos que proponen nuevas formas de ver el espacio en cuanto al objeto. Ven la crisis del objeto como algo obvio y rotundo y por ende entregan propuestas extremas y muchas veces irrealizables.
• Archizoom expresaba una voluntad sobresaliente de apartarse del diseño tradicional a través del cambio radical de las convenciones, como expresión de protesta estética e ideológica.
• Superstudio promueve la idea de una nueva arquitectura basada en el rechazo de las imposiciones de la producción a favor de un valor onírico y simbólico, capaz de integrarse ideológicamente en el paisaje.
Ambos estudios trabajaron juntos en numerosas ocasiones y sus proyectos acuñaron el término de Superarquitectura. Su homólogo inglés de la misma época sería el famoso grupo Archigram.
Las respuestas de estas agrupaciones comenzaron a concebir un diseño de objetos en términos negativos; ya no se trataba de diseñar y producir objetos, sino de diseñar y construir ambientes.
Se trata de querer darle una forma construida a las relaciones entre los objetos y los usuarios. Reestablecer las relaciones culturales y no sólo económica, entre los bienes y los usuarios de dichos bienes. Se trata de construir relaciones orgánicas, eliminando al objeto “de diseño”.
Es una construcción subjetiva más que la producción de objetos de uso, las construcción de edificios o el planeamiento de ciudades, renunciando a su quehacer operativo (en tanto arquitectos).
Su proyecto es LA FORMULACIÓN DE UN AMBIENTE TOTAL SIN ARQUITECTURA NI COSAS, UN MUNDO SIN OBJETOS.
Suspender el tiempo, no ser ya un creador de objetos, sino de imágenes, una arquitectura de la imagen.
El monumento continuo o la malla cuadriculada, fueron proyectos que pretendieron recuperar el valor simbólico de la arquitectura, eran proyectos que unificaban y recuperaban las formas simples y geométricas, puesto que es un tipo de diseño que se transporta manteniéndose intacto, cambiando de escala o de área sin ningún inconveniente.
Son proyectos que vienen a diagramar el diseño, haciendo que tanto el diseño simple de una mesa, como el diseño de paisajes urbanos estén compuestos de la “misma imagen”. (caso de la malla cuadriculada)
La mente y el cuerpo como únicos objetos, el control del ambiente a través de energías.
La no-stop-city y la supersuperficie son críticas irónicas a la globalización y la arquitectura moderna.
La primera es una malla indiferenciada e infinita, regular, una ciudad hecha de líneas y puntos, de flujos continuos de movimientos físicos y de información, es el mercado global graficado.
La supersuperficie es en cambio todo lo contrario, es la infraestructura del mercado pero vaciada de su veneno, es un imaginario, todos son artistas (en la no-stop-city todos son trabajadores)
“La posibilidad de formular y representar la dimensión poética de los actos más insignificantes de la cotidianeidad, de conferir significado a las acciones humanas más aparentemente triviales y la posibilidad de la espontaneidad y la acción individual dentro de unas estructuras primarias de carácter monumental y profundamente represivas y regresivas”.
De alguna manera lo que se trató de hacer no fue más que lo que pretendieron todos UNIFICAR ARTE Y VIDA. El intento común de fundir arte y vida en un continuo, a través de lo estético, elevando lo cotidiano a la categoría de hecho estético, haciendo de todo arte o bien denigrando todo hecho estético, negando su existencia, haciendo de todo vida cotidiana.
SI TODO ES MERCADO, SI TODO ES REABSORBIDO POR EL MERCADO, ENTONCES NO HACER OBJETOS. LA DESTRUCCIÓN DEL OBJETO, A MODO DE DISEÑO PROTESTA.
Crear sensaciones, imaginarios, recuperar el valor mágico de las cosas, perder el sentido económico, desaparecer el objeto, desarrollar imágenes a partir de lo cotidiano, de lo simple, recuperar el alma.
viernes, 26 de junio de 2009
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